Leído ayer en La Nueva España (algún día le quitarán ese nombre horrendo y le volverán a poner Avance?) que publicaba un comentario de Pedro de Silva que no me resisto a traer aquí porque sin ser novedosa la idea, está muy bien expresada.
Se refería Gallardón a Esperanza cuando, en el entierro de la Sardina, asumía resignado la victoria de Doña Cuaresma? El Carnaval es tiempo de disfraz, de doblez, de equívoco, pero en el fondo toda lectura es múltiple. Está, por un lado, la que el propio escritor hace de lo que ha escrito. Está lo que, sin embargo, dice lo escrito, que no siempre coincide. Está lo que el lector entiende que dice lo escrito, y está lo que ese mismo lector cree que el escritor ha querido decir, o incluso lo que no ha querido. Hasta ahí, la mera interpretación. Luego está lo más importante: la pura fantasía que el lector cocina, mezclando las palabras con sus propios jugos. Sin todos esos planos no habría literatura, que es una forma de plegar la realidad, para que con tanto pliegue y despliegue se multiplique, como en un cuarto de espejos. Toda escritura es especulación (muy sana), y toda lectura también. PEDRO DE SILVA
Y no digo nada más que luego me interpretais y a saber lo que habré querido decir y lo que habréis interpretado. Pero seguro que todo tiene cabida en las palabras
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