Record

Estos días que estoy más por la casa en tareas cotidianas, sin la oficina por el medio, comparto más tiempo con mi hombre favorito, con el que vivo. Comentamos las noticias mientras ponemos la mesa y  damos los últimos toques a la comida o recogemos los platos. Esas tareas casi mecánicas  que nos permiten hablar y hacer comentarios de lo que escuchamos en la radio y/o hemos leído en la prensa. La tele permenece estática y silenciosa el noventa por ciento de nuestro tiempo. El día 25 mientras poníamos la mesa me dice "se me ocurre una columna como si fuera el Millás" y yo le digo "pues hazla" a lo que responde que para qué si no es publicable. "Para regalármela a mi" ,es mi respuesta "como si fuera el regalo de papánoel".

 

Y me regaló su mirada personal.

 

RECORD

Se rumorea que el libro Guinness  abarca todos los record,  por lo grande y por lo pequeño. El tal libro, por lo visto, es una manera de entrar en la Historia durante una temporadilla, no por la puerta grande ni por la pequeña, sino por la cutre. En el libro, imagino, habrán introducido recientemente dos nuevos record: el de la mayor estafa de la Historia y el de lanzado de zapatos hacia la  jeta del Bush.

 

El primer caso es una pirámide de gran magnitud, la mayor hasta ahora quizá; la originalidad, escasa. Recordemos que antes que ese yanqui, un italiano inventó el truco propiamente dicho allá por los años 20 del pasado siglo (siempre se me olvida lo del pasado siglo) y un egipcio inventó la idea original 4000 años A.c.; ninguno la patentó, allá ellos. En todos los casos el simple concepto consiste en que unos cientos de los de abajo paguen por unos pocos de los de arriba; así pues, las tres pirámides documentadas no son tan distintas a pesar de las apariencias, ya sea mediante esclavos interpuestos pedrusco en mano o previo y post pago de pasta gansa, tambien en mano. Al parecer lo más—lo único– original del yanqui es que, para variar, estafó a los mas ricos de cada país, lo cual es cosa que no se ve todos los días ni mucho menos. El cutrerío ya no es patrimonio de los polígonos de viviendas sociales, los ricos también quieren estar a la moda, a lo más cool. Tomen nota las dictaduras emergentes.

 

    El segundo caso a mi me parece un record histórico, original, entrañable, imbatible. Por  tanto la grandeza de la Historia no depende del tamaño del evento sino de su calidad. ¿Quién tendrá tres pies para lanzarle al rostro real de Bush tres zapatos y así batir el record? Algún friki  podría intentar acudir  a la sala con una caja de zapatos extra más los dos ya calzados, pero los escoltas crujirán a cualquiera que se le ocurra aparecer en una rueda de prensa imperial con una caja de cartón bajo el brazo  y dos zapatos de invierno  del 45 en su interior; no te digo nada si son ortopédicos: a Guantánamo, vía directa. Aparte que no es lo mismo: se perdería toda la espontaneidad y frescura, qué sé yo, como plagiar el articulo de fondo del ABC.

 

    Los escoltas crujirán también a cualquiera que se atreva a agacharse durante la rueda de prensa, aunque solo sea para tirarse un pedo o recoger un bolígrafo,  y no te digo si es para atarse los cordones. En realidad, lo más probable es que crujan a cualquiera que se atreva a ir a una rueda de prensa del dicho mandatario imperial  ni en taparrabos. Me pega que lo más probable es que ese hombre no haga más ruedas de prensa y si las hace, con sus gemelas y yernos como único auditorio. La videoconferencia será su única opción.

 

   Dicen que el iraquí es la madre de todos los zapatazos y lo creo. Es, además, la madre más reciente del coraje y la dignidad del ser humano. A los record, que les vayan dando.  26/12/08